El poder sanador de la gratitud en tiempos difíciles

4 de febrero de 2025
Xochitl Rojo
6 min de lectura
Manos sosteniendo un pequeño corazón con el sol brillando a través

El poder sanador de la gratitud en tiempos difíciles

En momentos de dificultad, dolor o incertidumbre, dirigir nuestra atención hacia lo que agradecemos puede parecer contraintuitivo o incluso imposible. Sin embargo, la investigación científica y la sabiduría de diversas tradiciones coinciden en que es precisamente durante estos periodos cuando la práctica de la gratitud puede ofrecernos beneficios más profundos y significativos.

La gratitud no es simplemente “ver el lado positivo” o negar las realidades difíciles; es una práctica intencional que nos ayuda a ampliar nuestra perspectiva, reconociendo que incluso en medio del sufrimiento pueden coexistir elementos por los que sentir aprecio y agradecimiento.

La ciencia detrás de la gratitud

Durante las últimas dos décadas, investigadores como Robert Emmons, Michael McCullough y Martin Seligman han estudiado extensamente los efectos de la gratitud en nuestro bienestar psicológico y físico. Sus hallazgos son sorprendentes:

Beneficios psicológicos:

  • Incremento en emociones positivas: Las personas que practican gratitud regularmente experimentan más alegría, entusiasmo y optimismo.
  • Reducción de emociones negativas: La gratitud está asociada con menores niveles de depresión, ansiedad y envidia.
  • Mayor resiliencia: Las personas agradecidas parecen recuperarse más rápidamente de experiencias traumáticas y estresantes.

Beneficios físicos:

  • Mejor calidad de sueño: Quienes practican gratitud tienden a dormir mejor y se sienten más descansados al despertar.
  • Fortalecimiento del sistema inmunológico: Algunos estudios sugieren que la gratitud puede estar asociada con marcadores de mejor función inmune.
  • Menor percepción de dolor: La gratitud puede ayudar a personas con condiciones crónicas a experimentar menos dolor.

Beneficios sociales:

  • Mejores relaciones: La gratitud fortalece los lazos existentes y ayuda a crear nuevas conexiones significativas.
  • Mayor disposición a ayudar: Las personas agradecidas tienden a ser más prosociales y generosas.
  • Sentido de pertenencia: La gratitud nos ayuda a sentirnos más conectados con los demás y menos aislados.

“La gratitud convierte lo que tenemos en suficiente.” - Melody Beattie

¿Por qué es tan poderosa la gratitud en tiempos difíciles?

Cuando atravesamos momentos desafiantes, nuestro cerebro tiende naturalmente a enfocarse en lo negativo, una tendencia evolutiva conocida como “sesgo negativo”. Este mecanismo, que nos ayudó a sobrevivir como especie estando alertas ante los peligros, puede amplificar nuestro sufrimiento cuando se activa constantemente en el mundo moderno.

La gratitud actúa como un contrapeso a este sesgo, ayudándonos a:

  1. Ampliar nuestra atención: Nos permite percibir aspectos de nuestra experiencia que nuestro “radar de problemas” naturalmente pasaría por alto.

  2. Interrumpir ciclos rumiativos: Nos ayuda a salir del bucle de pensamientos negativos que a menudo acompañan las crisis.

  3. Acceder a recursos internos: Nos conecta con fortalezas, habilidades y recursos que podemos utilizar para enfrentar la adversidad.

  4. Encontrar significado: Nos ayuda a integrar experiencias difíciles en una narrativa más amplia y coherente de nuestra vida.

Gratitud auténtica vs. positividad tóxica

Es importante distinguir entre una práctica genuina de gratitud y lo que se conoce como “positividad tóxica” - la tendencia a forzar una perspectiva positiva negando o suprimiendo emociones difíciles.

La gratitud auténtica:

  • Coexiste con otras emociones: Podemos sentirnos agradecidos y también tristes, asustados o enojados simultáneamente.
  • No niega la realidad: Reconoce las dificultades mientras también aprecia lo que está bien.
  • Es específica y concreta: Se enfoca en particulares tangibles, no en generalidades vagas.
  • Surge naturalmente: Emerge como resultado de la atención plena, no como un esfuerzo por “arreglar” emociones negativas.

Cultivando la gratitud en tiempos difíciles: Prácticas concretas

1. Diario de gratitud con un giro

En lugar de simplemente listar cosas por las que estás agradecido, prueba este enfoque más profundo:

  • Enumera 3-5 cosas específicas: No solo “mi familia”, sino “la llamada de 20 minutos con mi hermana donde realmente me escuchó”.
  • Explora por qué esto es significativo para ti: ¿Qué necesidad importante satisface en tu vida?
  • Considera: ¿Qué sería diferente si esto no estuviera presente?
  • Reconoce: ¿Quién contribuyó a que esto sea posible?

Este enfoque más reflexivo profundiza los beneficios de la práctica convencional.

2. La pausa de gratitud

Incorpora momentos breves y conscientes de gratitud durante tu día:

  1. Detente por 20-30 segundos antes de una actividad rutinaria (comer, ducharte, entrar a casa)
  2. Toma una respiración profunda y consciente
  3. Pregúntate: “¿Qué hay aquí para apreciar en este momento?”
  4. Nota las sensaciones físicas asociadas con el agradecimiento

Esta práctica entrena tu cerebro para acceder más fácilmente a estados de apreciación.

3. Carta de gratitud no enviada

Para momentos especialmente difíciles:

  1. Escribe una carta de gratitud a alguien que te haya ayudado durante este periodo difícil, o incluso a un aspecto de ti mismo que ha mostrado fortaleza
  2. Sea específico sobre qué acciones aprecias y cómo te impactaron
  3. No es necesario enviar la carta, el beneficio viene principalmente del acto de escribirla
  4. Guárdala y reléela cuando necesites recordar que no estás solo

4. Reencuadre de “tengo que” a “puedo”

Este simple cambio lingüístico puede transformar nuestra percepción de las tareas diarias:

  • De “Tengo que ir a trabajar” a “Puedo ir a trabajar y tener ingresos durante esta crisis”
  • De “Tengo que cocinar otra vez” a “Puedo alimentar a mi familia con una comida casera”
  • De “Tengo que limpiar” a “Puedo crear un espacio ordenado que me ayude a sentir calma”

Esta práctica nos ayuda a reconocer privilegios y oportunidades que podemos dar por sentado.

5. Atención a lo pequeño y ordinario

En tiempos de crisis, podemos encontrar consuelo notando y apreciando lo que permanece constante:

  • El calor del sol en la piel
  • El sabor del primer sorbo de café o té
  • El sonido de la lluvia contra la ventana
  • La sensación de agua tibia durante una ducha
  • El confort de la cama al final del día

Esta práctica nos ancla en el presente y nos recuerda que hay muchas experiencias sensoriales gratificantes disponibles incluso en días difíciles.

La gratitud como práctica Kintsugi

El arte japonés del Kintsugi consiste en reparar objetos rotos con oro, transformando las grietas en parte del nuevo diseño y belleza del objeto. De manera similar, la gratitud nos ayuda a integrar nuestras experiencias difíciles, no negándolas o escondiéndolas, sino honrándolas como parte de un todo más complejo y hermoso.

Cuando practicamos gratitud en tiempos difíciles, estamos aplicando “oro líquido” a nuestras grietas emocionales. No estamos intentando borrar el dolor, sino darle un contexto más amplio, reconociendo que:

  • Nuestras vulnerabilidades son también fuentes de conexión humana
  • Nuestras dificultades nos ayudan a reconocer y apreciar lo que realmente valoramos
  • Las heridas sanadas pueden convertirse en nuestras mayores fortalezas
  • La belleza y el dolor pueden coexistir en la misma vida, incluso en el mismo momento

Superando obstáculos para la gratitud

Cuando el dolor es abrumador

En momentos de dolor intenso, puede sentirse imposible acceder a la gratitud. Esto es completamente normal y válido. Recomendaciones:

  • Comienza con gratitud por lo más básico: respirar, tener refugio, momentos de pausa
  • No te presiones a sentir lo que no sientes; simplemente nota si hay pequeños momentos de alivio
  • Considera la “meta-gratitud”: agradecimiento por la capacidad misma de sentir profundamente

Cuando te sientes culpable por estar agradecido

A veces, especialmente en situaciones donde otros sufren más que nosotros, la gratitud puede venir acompañada de culpa. Recuerda:

  • Tu gratitud no minimiza el sufrimiento de otros
  • Sentirte bien no le quita nada a nadie más
  • Cultivar tu bienestar te permite estar más presente y ser más útil para otros

Cuando la práctica se vuelve mecánica

Si tu práctica de gratitud empieza a sentirse como una rutina superficial:

  • Cambia el formato o enfoque de tu práctica
  • Profundiza en un solo elemento de gratitud en lugar de crear listas
  • Comparte tu gratitud con otros para revitalizarla a través de la conexión

Conclusión: Gratitud como resistencia y esperanza

En tiempos difíciles, la gratitud no es una evasión sino un acto de resistencia. Es declarar que, a pesar de todo, seguimos siendo capaces de notar la belleza, de sentir conexión, de experimentar momentos de paz.

Como nos enseña el Kintsugi, nuestras experiencias de ruptura no son el final de nuestra historia sino parte del diseño más amplio de nuestras vidas. La gratitud nos ayuda a ver los hilos dorados que conectan nuestras experiencias, que iluminan nuestro camino incluso en los momentos más oscuros, y que nos recuerdan nuestra capacidad innata para sanar y crecer a través de la adversidad.

Comenzar una práctica de gratitud, especialmente cuando la vida es desafiante, es un regalo que nos damos a nosotros mismos - uno que continúa dando frutos mucho después de que la tormenta haya pasado.


¿Te gustaría explorar cómo incorporar la gratitud como herramienta para tu bienestar emocional? Contáctame para descubrir cómo el acompañamiento psicológico puede ayudarte a desarrollar prácticas personalizadas que fortalezcan tu resiliencia y transformen tu experiencia de los momentos difíciles.

Xochitl Rojo

Sobre la autora

Soy Xochitl Rojo, psicóloga con enfoque cognitivo-conductual. Mi práctica se fundamenta en el concepto de Kintsugi, donde las adversidades forman parte de la historia de vida y es posible transformarlas en belleza y fortaleza.

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